Existen algunas operaciones en las cuales se requiere que un familiar, amigo o conocido salga de garante, como es el caso del alquiler de una propiedad, solicitado por la inmobiliaria, o cuando se necesita pedir un crédito ante una entidad financiera.
Es sabido que el titular no puede estar en el Veraz si quiere, por ejemplo, pedir un préstamo en un Banco. Ahora bien, ¿qué sucede con el garante?, ¿puede firmar como tal si se encuentra en el registro de morosos?. Te lo explicamos.
Si estoy en el Veraz ¿puedo salir de garante?
No, si estás en el Veraz no podes ser garante. Esto se debe a que el garante es aquella persona que se compromete a pagar en caso de que el titular no pueda afrontar la deuda.
Por lo tanto, las empresas que necesitan registrar un garante o aval buscan a una persona que tenga liquidez para asegurarse de recuperar el dinero prestado o, en el caso de un agente inmobiliario, recibir el pago de la mensualidad.
Por lo general, al pedir el préstamo o iniciar un contrato de locación de una vivienda, se establece en los documentos que debe firmar el titular que el garante a elegir tiene que tener un buen score de Veraz, o lo que es lo mismo, no tener deudas impagas.
Si el titular no está en el Veraz ¿se necesita de todas formas un garante?
Si, para determinadas operaciones es un requisito obligatorio contar con un aval independientemente de la situación crediticia del titular.
Esto se debe a que, si bien el beneficiario puede tener un historial crediticio correcto al momento de hacer la solicitud del producto o servicio, lo cierto es que con el paso del tiempo puede perder el trabajo o tener que afrontar gastos imprevistos, como alguna obligación médica de urgencia.
Es en estos casos donde las empresas proveedoras de estos productos necesitan tener una seguridad, o al menos minimizar el riesgo, de seguir cobrando por sus prestaciones de forma mensual.
¿Qué sucede si el garante no paga?
Llegados hasta este punto, sabemos que si el titular o inquilino (en caso de una vivienda) no paga, la institución intentará cobrarle al garante.
Ahora bien, si éste tampoco puede pagar, puede suceder cualquiera de las siguientes cuestiones:
- Que la empresa decida quedarse con el bien, para el caso de garantías prendarias
- Que se inicien acciones legales contra el titular
- Que tanto el titular como el garante sean informados al Veraz por incumplimiento en sus obligaciones